La Terapia Neural se considera en algunos países occidentales como una terapéutica alternativa y complementaria. En nuestro país, que ha sido pionero en Latinoamérica de esta racionalidad y forma de práctica médica, la terapia neural tuvo un gran desarrollo y despliegue hasta consolidarse, en nuestros días, en la Escuela Colombiana de Terapia Neural que defiende que la terapia neural no es una simple terapéutica, sino que se trata de un Sistema médico complejo (Medicina Neuralterapéutica), tal como lo son la Medicina Tradicional China y la Medicina Ayurvédica.
La Terapia Neural (Medicina neuralterapéutica), se basa sobre la premisa de que el sistema nervioso es el eje que coordina todos los estados fisiológicos y patológicos del organismo (incluyendo infecciones e inflamaciones agudas) y que este sistema especializado es el que conserva estados irritativos causados por diferentes traumas (mecánicos, químicos, odontológicos, etc). Por este motivo el abordaje terapéutico se hace mediante la generación de estímulos en puntos anatómicos específicos del organismo mediante el sistema Aguja-Procaína que se escogen según la historia de vida de cada paciente. A través de este estímulo, se pretende lograr una reorganización de la dinámica del sistema entero hasta modificar el estado salud-enfermedad.
Esta racionalidad médica considera el organismo como una unidad indivisible, a cada individuo como un ser único irrepetible y asume a cada paciente como un todo integral constituido por una esfera física y psíquica (y prácticamente indistinguibles), hecho de máxima relevancia tanto para el abordaje diagnóstico como terapéutico. Así mismo, el individuo y sus estados de salud-enfermedad, no pueden ser entendidos ni abordados terapéuticamente fuera de su contexto cultural, ambiental, social e, incluso, cósmico.